La Patria De Santiago
Por María Adelaida Palacio
El teatro como su lugar de pertenencia
Hace ya unos años, dicto clases, de escritura y puesta en escena en la Universidad y durante mis clases intento que sucedan dos cosas: la primera es que la escritura aparezca en cada uno de los participantes desde su singularidad, y quizás por eso, durante los encuentros escriben sobre si mismos o sobre otros, pero siempre atravesados por sus preguntas y por los temas que les rondan en la cabeza, y la segunda cosa, pero que es quizás para mí la más importante, es que en ese hacer escénico, en ese estar inventando el mundo todos los días, me interesa que se siembre el deseo, la necesidad de estar ahí y no en otro lugar.
Santiago, sin duda, sabe que la escena, el teatro, es el lugar en donde quiere estar.
Es su deseo latente.
Santiago organiza su mundo alrededor del teatro como si nunca hubiera pertenecido a otro lugar.
En mi caso, por ejemplo, es la escritura mi patria, mi casa, mi lugar tranquilo. No el teatro. Pero en el caso de Santiago es el teatro en su totalidad su patria, la tierra que habita, en donde construye relaciones, en donde acciona e imagina un futuro.
“Santiago organiza su mundo alrededor del teatro como si nunca hubiera pertenecido a otro lugar… el teatro en su totalidad su patria, la tierra que habita, en donde construye relaciones, en donde acciona e imagina un futuro.”
Exploración creativa y evolución artística
Desde la primera clase que tuvimos de Elementos de la Puesta en Escena II, demostró habilidades e intereses en la actuación, en la dramaturgia y en la dirección escénica. Es un ejecutante inquieto, pero sobre todo intenso en su hacer. Ama la escena y sobre todo se divierte. Es un artista que constantemente se pregunta por la construcción escénica: ¿cómo poner el texto en la escena? ¿cómo desarmarlo? ¿qué obras contemporáneas están rondando por ahí? ¿Cómo ser más verdadero? ¿Cómo escribir lo que quiere decir?, y que también se hace preguntas al imaginarse como director y escritor. Intuyo que, quizás, por ello, durante la carrera exploró técnicas diversas que le permitieron multiplicarse en tantísimas versiones de sí mismo.
“Es un ejecutante inquieto, pero sobre todo intenso en su hacer. Ama la escena y sobre todo se divierte… Es un artista que constantemente se pregunta por la construcción escénica…”
En el ciclo profesional inscribió la Puesta en Escena en Dramaturgias y el Laboratorio de Composición del Texto Dramático, y en ambos cursos estuvo presente y con enormes deseos de escribir y entender los procedimientos dramatúrgicos desde la escritura textual como desde la ejecución en escena. Durante el laboratorio leímos infinidad de obras (incluso nos tomamos más tiempo del pactado) hasta que finalmente escogimos una obra maravillosa del teatro realista de vanguardia norteamericano: “Agosto” de Tracy Letts. Santiago realizó varias escenas de este maravilloso texto y allí pude constatar su crecimiento como artista escénico. Es un actor con infinidad de registros, que se permita atravesar diferentes estados emocionales, y que además cree en el ensayo como espacio de búsqueda, de prueba y error. Es consciente de la importancia del trabajo colectivo y que para que su personaje exista, necesita de los otros. Es además un actor que entiende sus impulsos y los de sus compañeros y que potenció en creces la premisa del curso: “entender, imaginar y estar”. Santiago disfruta construir personajes y realiza grandes preguntas y cuestionamientos alrededor de los procedimientos técnicos y de la complejidad del personaje. Es un actor que imagina y construye otros universos.
“es un actor con infinidad de registros, que se permite atravesar diferentes estados emocionales… entiende la importancia del trabajo colectivo y que para que su personaje exista, necesita de los otros.”
En su escritura a veces –como a muchos, si no es que a todos– aparece la censura, entonces sería importante, encontrar el espacio acrítico propio. Ese lugar, ese espacio, ese tiempo, en donde precisamente los escritores podamos fluir sin crítica. También sería parte del equipaje recordar que no escribimos, ni creamos obras maestras, tan solo hacemos lo que podemos escribir y crear en ese tiempo espacio de la vida, pero, sin duda con oficio diario, sostenido y constante aparecerá un algo que podremos llamar nuestro.
Compromiso, ética y liderazgo
Santiago es un artista solido en la escena y fuera de ella. El teatro, como lo dije antes, es su patria. Tiene grandes ideas alrededor de la composición escénica y de la dramaturgia, los cuales con oficio y tiempo estoy segura desarrollará plenamente. Es además un hombre con sentido ético y responsabilidad colectiva, lo cual en estos tiempos aciagos es un verdadero regalo. Es un líder nato y durante los cursos que acompañé vi como potenció ese liderazgo de forma positiva.
“Santiago es un artista sólido en la escena y fuera de ella… Es un hombre con sentido ético y responsabilidad colectiva… Es un líder nato y durante los cursos que acompañé vi como potenció ese liderazgo de forma positiva.”
– María Adelaida Palacio